Un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un problema de salud mental, un trastorno de carácter neurobiológico que suele originarse en la infancia.
Diferentes estudios sobre las causas del TDAH, apuntan a que hay un componente genético importante, con un alto porcentaje de posibilidades de que los hijos de una persona con este trastorno también lo desarrollen. El entorno familiar (hogares desestructurados) y el ambiente social (relaciones conflictivas) pueden actuar como impulsores de los síntomas, aunque no como causas del trastorno.
Síntomas principales:
Dificultad para relajarse.
Falta de constancia. Cambia de actividad constantemente sin finalizar ninguna.
Frecuentemente, mantiene un estado de excitación continua.
Habla en exceso, incluso en situaciones en que debe permanecer callado.
Se muestra inquieto y le cuesta mucho permanecer sentado.
Le cuesta mantener una actitud de espera, sin parar de moverse, saltar y correr.
Interrumpe a menudo en conversaciones, juegos, actividades de grupo etc. Es incapaz de esperar su turno. Es impaciente.
No puede mantenerse tranquilo mientras juega.
Tiene dificultad para mantener la atención durante un tiempo prolongado.
No presta atención a los detalles.
Le cuesta escuchar, seguir órdenes e instrucciones.
Es desorganizado en sus tareas y actividades y presenta dificultades para finalizarlas.
Pierde y se olvida cosas que son de su responsabilidad
Se distrae con facilidad ante cualquier estímulo exterior.
Evita las actividades que requieren un nivel de atención sostenido
Presenta dificultades para seguir las normas o detalles de los juegos.
Suele aparecer generalmente cuando se inicia la etapa escolar, debido a que se requiere una actividad cognitiva más compleja.
Combinación de ambos
Intervienen dos condiciones fundamentales el diagnóstico de TDAH: la coexistencia de varios síntomas y que aparezcan en diferentes ambientes sociales del menor (familia, colegio, amigos), de forma persistente y prolongada, provocando problemas relacionales y de rendimiento escolar.
Un óptimo tratamiento para TDAH requiere varios enfoques combinados:
-Tratamiento farmacológico.
-Tratamiento psicológico: cognitivo-conductual.
-Tratamiento psicoeducativo (padres y profesores) ayuda a la mejoría de las habilidades cognitivas como empezar tareas, organizarse, planificar cosas y adaptar el entorno a las necesidades del paciente