La ansiedad es una respuesta de alerta ante una situación que se percibe como amenaza. Es un mecanismo adaptativo y sano que nos permite estar dispuestos a manejar situaciones peligrosas. Esta respuesta de alerta adaptativa, en ocasiones se activa ante situaciones que no son una amenaza real (ya sea por el contenido, magnitud, contexto…).
De hecho, la ansiedad es un síntoma común que no necesariamente tiene que aparecer en el contexto de un trastorno mental, sino que cualquier persona es susceptible de sufrir en determinados momentos de su vida. Sin embargo, cuando la ansiedad se mantiene en un tiempo muy prolongado, provoca angustia o malestar significativo, aparece ante un objeto o situación cotidiana que no entraña peligro real, y empeora el rendimiento habitual y el bienestar, la ansiedad deja de considerarse de adaptación y se convierte en un trastorno.
La ansiedad tiene un componente fisiológico, cognitivo y conductual.
Algunos de los síntomas físicos pueden ser: náuseas, trastornos del sueño, tensión o dolores musculares, temblor, estado hiperalerta, agitación, sudoración, irritabilidad, pérdida de interés y de la capacidad para disfrutar.
Desde Presencia Activa, te acompañamos en los contextos que provocan la ansiedad, proporcionándote herramientas para gestionar este intenso malestar y enseñándote a tolerar lo que de forma equívoca despierta la alerta.